Pero tener un negocio no es ningún camino de rosas
Además de atender a tu negocio te toca hacer contabilidad, facturas, declaración de impuestos… El papeleo y burocracia parecen del siglo XIX, y el Gobierno de tu país tampoco te lo pone fácil.
Si además eres nómada digital, puede que no le encuentres sentido a tener que facturar desde un país en el que no resides y no tener ciertos derechos en los países a los que viajas.